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sábado, 15 de agosto de 2015

Lo que una mujer puede hacer para retrasar su menopausia (Por Ángeles Gómez López (El País))



Intégrate a nuestro grupo "Lunas, toallas de tela y copas" donde nos reunimos miles de mujeres para compartir información clara, objetiva y actualizada sobre la menstruación y la salud sexual y reproductiva, así como reflexiones, inquietudes y experiencias relacionadas con el ser y tener cuerpo de mujer.

Los genes influyen, pero existen otras claves en su mano para que el cese de la regla no llegue antes de los 50

 




Muchas mujeres perciben la menstruación como un incordio. Pero presenciar su desaparición antes de los 40 años no suele ser plato de buen gusto. “La menopausia precoz no es un proceso biológico natural, sino patológico”, indica Santiago Palacios, director del Instituto Palacios Salud de la Mujer. Además, la pérdida de estrógenos (hormonas femeninas) afecta a la piel y a la sexualidad (entre otras cosas), y aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y osteoporosis, según el experto. Es decir, “altera la calidad de vida, pero también amenaza a la salud”, añade Rafael Sánchez Borrego, presidente de la Fundación Española para el Estudio de la Menopausia.
Las europeas entran en esta fase entre los 45 y los 55 años, aunque la media lo hace a los 51 años, “una edad que se mantiene desde hace mucho tiempo, e incluso parece que se está alargando algo debido a las mejores condiciones de vida”, apunta Palacios. Para seguir esta tendencia tardía, le damos una serie de medidas que retrasarán el cese de su menstruación. Ojo: la menopausia no es una enfermedad, como recuerdan los expertos. Pero existen herramientas que postergan la aparición de sus molestos síntomas. Todas parten de que la herencia genética puede ser determinante (diferentes estudios lo anotan, pese a no haber localizado el gen), por lo que cuente con esta información (la edad en la que su madre experimentó la menopausia) para tomar decisiones como la planificación de un embarazo. Pasemos a lo que sí puede controlar.

1. Deje el tabaco. “Fumar más de 15 cigarrillos diarios adelanta la última regla dos años”, destaca Rafael Sánchez Borrego, que es el director médico de Diatros Clínica de Atención a la Mujer. “Frente a la genética y las enfermedades graves, poco se puede hacer. Pero sí es posible evitar peligros como los contaminantes ambientales, y el efecto del tabaco está perfectamente cuantificado”, añade el ginecólogo. Con este cálculo, una fumadora podría tener la menopausia a los 49 años, en lugar de a los 51. “En este caso no es muy relevante ese adelanto, pero si la mujer tiene riesgo de menopausia temprana, adelantar dos años la última regla puede comprometer su posible maternidad”, dice.

2. Camine, salga a la calle, tome el sol con protección. El déficit de vitamina D, que se sintetiza a través de la exposición a los rayos solares, está detrás del adelanto de la menopausia en algunas mujeres, según una investigación de la Universidad de Massachusetts financiada por el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos.

3. No abuse del pescado azul de gran tamaño, como el pez espada o el atún. Estos alimentos están en el punto de mira de muchos nutricionistas. Y la Sociedad Americana de Menopausia alerta sobre los posibles efectos de su contaminación por compuestos de los plásticos que no se degradan y pasan a la carne del animal. "Tienen el potencial de interferir en las hormonas humanas y adelantar la menopausia", aseveran. Elisa Blázquez, nutricionista de la Clínica Medicina Integrativa y autora del libro Dieta Integrativa, aconseja no ingerir pescado azul grande más de dos veces al mes, y decantarse por pescados azules de pequeño tamaño, como la sardina o el boquerón.

4. Desplácese en bicicleta y goce de la naturaleza. No es un cliché. Amber Cooper, profesora de Ginecología en la Universidad de Washington, indica en una investigación publicada en PLOS One que la exposición a las emisiones diésel reduce de forma significativa la reserva de óvulos en ratas y acelera su menopausia. La investigadora advierte de que lo encontrado en animales ayuda a comprender lo que sucede en humanos.

5. Afíliese a una dieta saludable. No hay estudios científicos concluyentes sobre cómo una buena alimentación puede retrasar la aparición de la menopausia, pero expertos como el doctor Palacios sugieren que son estos hábitos saludables en alza los que están provocando que las féminas ingresen cada vez más tarde en esta fase natural. Las frutas y verduras contaminadas, como subraya el ensayo de PLOS One, provocarían el efecto contrario.
Para concluir, una aclaración necesaria: no toda ausencia de regla es menopausia. “No hay que confundir la menopausia, que se produce cuando no hay estrógenos ni función ovárica, con la pérdida de regla (amenorrea) por diversas causas, desde un esfuerzo físico intenso a trastornos de la alimentación. En estos casos­, una vez corregida la causa, la regla vuelve”, concluye el presidente de la Fundación Española para el Estudio de la Menopausia.

miércoles, 12 de agosto de 2015

La menstruación como 5o signo vital (una probadita de la información que compartimos en nuestro Taller de Menstruación Consciente)



Seguramente has visto que cuando llegan los paramédicos para dar atención a una persona accidentada, lo primero que hacen es revisar sus signos vitales. ¿Sabes cuáles son los 4 signos vitales que buscan y valoran? El ritmo cardíaco, la respiración, la temperatura y la presión arterial. Ahora, sin exagerar sobre su importancia, en las mujeres, nuestro ciclo menstrual como reflejo de nuestra salud general también es un signo vital.

El 21 de septiembre del 2004 activistas por la salud reproductiva y sexual de las mujeres se reunieron en un foro científico llamado "El ciclo menstrual como signo vital" que se llevó a cabo en el New York Academy of Sciences (Rubinstein et al., 2004). El propósito de la reunion fue promover la conciencia acerca del rol del ciclo menstrual como un indicador único y especial de la salud general de una mujer. En la conferencia, Paula Hillard, doctora y profesora en gineco-obstetricia y pediatría en la Universidad de Cinconnati, dijo: "El ciclo menstrual es una ventana que nos permite observar el bienestar y la salud general de las mujeres; no sólo es un evento reproductivo" "Puede indicar el estado de la salud ósea, cardíaca y ovárica, así como de la fertilidad. Por lo tanto, si una mujer no está experimentando su menstruación, ésta sería la primera señal de que algo más podria estar sucediendo y que necesita ser atendida."

Cuando experimentamos síntomas premenstruales severos -sangrado abundante, cólicos menstruales, menstruación irregular, retrasos continuos, coágulos muy grandes, vómito, etcétera, esto podría estar reflejando no necesariamente una enfermedad, sino el estado o las condiciones de nuestros niveles hormonales, deficiencias nutricionales, el efecto de drogas, como son las hormonas sintéticas, analgésicos y nicotina, los cuales pueden acabar con los nutrientes del cuerpo, provocando alergias, problemas inmunológicos y otras influencias que pueden jugar un rol en los síntomas que asocias con tu ciclo y que afectan tu salud reproductiva y salud  general.

El sistema endocrino (el que regula nuestras hormonas) es el segundo sistema fisiologico más importante en nuestro cuerpo después del sistema nervioso central. Cuando el sistema endocrino no está funcionando bien sufren todos los sistemas, especialmente la interfase crítica entre el sistema nervioso central y el sistema endócrino.
Como ya dijimos, los otros cuatro signos vitales son el ritmo cardiaco, la respiracion, la temperatura y la presion arterial. Una mujer que no esta ovulando y menstruando de manera normal verá comprometida su salud cardio-vascular, neuroquímica, endócrina e inmunológica. Mientras mas madura sea, mas consciente sera de los sintomas de un sistema endocrino funcionando mal pues se manifiestan en varios cambios en su ciclo menstrual. Cuando un amujer aprende a observar los eventos de su ciclo menstrual y a registrar e interpretarlos, tiene una ventan para comprender el funcionamiento de su sistema endocrino e informacion para ayudarle a determinar que es lo que neceista hacer para mantener su quinto signo vital de salud en buen funcionamiento.

Un@ profesional de la salud especializadx en ginecología puede ayudarte a monitorear y hacer frente a las preocupaciones que tienes sobre tu ciclo menstrual y así también comprender cómo se relacionan con tu salud general, pero también es importante que nosotras mismas tomemos un papel activo en el cuidado de nuestra salud, observando nuestro ciclo menstrual, observando, registrando e interpretando sobre todo tres signos básicos de las funciones del ciclo menstrual:
a)secreciones mucosas del cérvix,
b)temperatura basal y
c)posición del cervix

Consulta a tu gine y haz de la consulta una oportunidad para ti... Infórmate. Hoy por hoy, la solución farmacéutica para los problemas menstruales implica tratamientos hormonales y a veces hasta la supresión de la menstruación. Esta aproximación puede producir en otros problemas reproductivos y de salud, porque no reconoce el rol vital que juega la menstruación en nuestra salud general. Una menstruación regular y una ovulación regular nos aseguran huesos fuertes, dientes sanos, un corazón sano, una mente lúcida, líbido sano y una vida de madurez media robusta hasta que lleguemos a la llamada "tercera edad". Aunque no tengas pensado tener hij@s, todavía querrás ciclos menstruales saludables por el bien de la salud general de su cuerpo. En nuestro taller de Menstruación Consciente te explicamos cómo y por qué. :)

¿Quieres saber más? Escríbenos  a contacto.helechoverde@gmail.com para saber más cómo puedes organizar un taller de Menstruación Consciente en tu ciudad y sigue leyendo sobre las "5 razones por las cuales es bueno tener tu menstruación"

"Menstruación Consciente, consiente tu vientre" - Helecho Verde

martes, 4 de agosto de 2015

Si los hombres menstruaran (Gloria Steinem, 1978)



La menstruación es un claro ejemplo, entre muchos otros que existen, de que el feminismo, en otras palabras, la lucha por los derechos de las mujeres, es todavía urgente y necesario. Aunque podemos votar, no siempre podemos, por ejemplo, caminar libres y seguras por las calles -ni siquiera de día- sin ser objeto de acoso sexual, o peor. Claro que de acuerdo con la sociedad y comunidades en las vivimos y nos movemos, nuestra experiencia puede estar teñida de matices y grados distintos de sexismo, pero el hecho es que siendo iguales a los hombres -con todo y nuestras diferencias-, todavía somos objeto de un trato diferencial y, en ocasiones, de injusticias graves, simplemente por haber nacido con cuerpo de mujer. La menstruación, un proceso completamente natural y normal de nuestra fisiología reproductiva, ha sido empleada para hacernos hacernos objeto de burlas y mitos que atenta contra nuestra dignidad. Mientras tanto, la industria y la publicidad de los productos menstruales desechables capitalizan con los miedos, vergüenza y desinformación que rodean a la menstruación, volviéndonos consumidoras cautivas de productos que son dañinos para nuestra salud y a la vez conllevan el deterioro del medio ambiente.

Para comprobar que el sexismo existe, basta con preguntarnos, como en 1978 lo hizo Gloria Steinem, periodista y escritora estadounidense, considerada ícono del feminismo en su país, así como activista de los derechos de las mujeres, ¿qué pasaría 'Si los hombres menstruaran'?

“Una minoría blanca del mundo se ha pasado los siglos intentando hacernos creer que la piel blanca hace a la gente superior, a pesar de que lo único que hace en realidad es que la mayoría de quienes la tienen note más el efecto de los rayos ultravioletas y de las arrugas. Los seres humanos hombres han construido incluso culturas enteras en torno a la idea de que la envidia del pene le es “natural” a las mujeres, a pesar de que podría decirse que tener un órgano tan mal protegido hace vulnerables a los hombres, y que la envidia al vientre, por el hecho de que éste permite engendrar vida, tendría que ser, como poco, igualmente lógica. 

Resumiendo, se piensa que las características de quienes tienen el poder, sean cuales fueren, son mejores que las características de quienes no tienen el poder; y esto no tiene nada que ver con la lógica.

¿Qué ocurriría, por ejemplo, si de pronto, por arte de magia, los hombres pudieran tener la menstruación y las mujeres no?

 La respuesta está clara: la menstruación sería un acontecimiento de hombres totalmente envidiable y del que se podría presumir: 

 Los hombres hablarían del tiempo de duración y de la cantidad de su período. 

 Los muchachos celebrarían el inicio del periodo -ansiada prueba de su masculinidad- con rituales religiosos y fiestas sólo para hombres. 

El Congreso subvencionaría el Instituto Nacional de la Dismenorrea para combatir las molestias del mes. 

Compresas y tampones recibirían subvenciones federales por lo que serían gratuitas. (Lo que no implicaría, sin duda, que algunos hombres prefirieran pagar por marcas comerciales de prestigio, como los tampones John Wayne, las compresas a prueba de combas Muhammad Alí, los suspensorios menstruales Joe Namath, “Para tus días de soltero”, y las compresas con alas de Robert “Baretta”.)

 Los militares, los políticos de derechas, y los fundamentalistas de la religión citarían la menstruación (“men”, en inglés, significa “hombres”, + “struación” como prueba de que sólo los hombres pueden servir en el ejército (“debes poder dar tu sangre para tomar la sangre de otros”, ostentar cargos políticos (“¿tienen las mujeres la capacidad de ser agresivas cuando no tienen este ciclo constante que viene regido por el planeta Marte?”, ser sacerdotes o ministros (“¿cómo podría una mujer dar su sangre por nuestros pecados?” o rabinos (“sin la pérdida mensual de lo impuro, las mujeres no están limpias”).

Los hombres radicales, los políticos de izquierda, los místicos, por su lado, insistirían en que las mujeres son iguales sólo que diferentes, y en que cualquier mujer podría unirse a ellos siempre y cuando estuviera dispuesta a autoinfligirse una herida importante al mes (“DEBES dar tu sangre por la revolución”, a reconocer la importancia prioritaria de los temas menstruales, o a subordinar su yo a todos los hombres en su Círculo de Ilustración. El hombre de a pie presumiría siempre (“Yo tengo que ponerme TRES compresas”o al contestar un elogio de un compañero (“Qué bien te veo, chico” chocaría las cinco y diría: “Claro, tío, ¡estoy con el trapito!”. Los programas de la televisión tratarían el tema continuamente. (“Happy Days”: Richie y Potsie intentan convencer a Fonzie de que sigue siendo “El Fonz” aunque lleve dos meses seguidos sin el periodo.) También los periódicos. (MIEDO A TIBURONES AMENAZA A HOMBRES CON PERIODO. JUEZ ADMITE ESTRÉS MENSUAL COMO ATENUANTE EN VIOLACIÓN.) Y el cine. (Newman y Redford en ¡”Hermanos de sangre”!)

Los hombres convencerían a las mujeres de que hacer el amor es más placentero “justamente en estos diítas”. Se diría: las lesbianas temen la sangre y por tanto la vida misma, aunque eso será porque nunca se han topado con un verdadero hombre menstruante. 

Los intelectuales, sin duda, ofrecerían los argumentos más morales y lógicos. ¿Cómo va una mujer a dominar las disciplinas que requieren un sentido del tiempo, del espacio, de las matemáticas o la medida, por ejemplo, si no dispone de ese don innato para la medición de los ciclos de la luna y los planetas, y por ende, para la medición de cualquier cosa?

En los enrarecidos campos de la filosofía y la religión, ¿podrían las mujeres hacer algo para compensar el no poder percibir el ritmo del universo, o su falta de contacto mensual con la muerte y la resurección simbólicas?

Los liberales de todos los campos intentarían ser amables: el hecho de que “estas personas” no tengan el don de la medición de la vida, o de la conexión con el universo -explicarían- es suficiente en sí mismo como castigo. 

¿Y cómo se entrenaría a reaccionar a las mujeres? Las mujeres tradicionales -se puede imaginar- estarían todas de acuerdo con todos los argumentos, aceptándolos con tenaz y sonriente masoquismo. (“La ERA [Ley de Igualdad de Derechos, 1923, que no fue implantada al final] obligará a las amas de casa a hacerse una herida cada mes”: Phyllis Schlafly [una especie de Nancy Reagan]. “La sangre de tu marido es tan sagrada como la de Jesús; ¡y además, muy sexy!”: Marabel Morgan.) Las reformistas y las Queen Bees intentarían imitar a los hombres, pretendiendo tener el ciclo mensual. Todas las feministas explicarían una y otra vez que los hombres también necesitan ser liberados de la falsa idea de la agresividad marciana, al igual que las mujeres necesitan escapar al esclavismo de la envidia a la menstruación. Las feministas radicales añadirían que la opresión de lo no-menstrual es el patrón por el que se rigen todos los tipos de opresión (“La población vampira fue la primera que luchó por la libertad!”, Las feministas culturales desarrollarían una imaginería sin sangre para el arte y la literatura. Las feministas socialistas insistirían en que es el capitalismo el que permite que los hombres monopolicen la sangre menstrual… 
 De hecho, si los hombres tuvieran el periodo, las justificaciones del poder podrían ser interminables…

Bueno, pero eso sólo si les dejáramos.”

Y ¿cómo sería la publicidad de tampones 'Si los hombres tuvieran menstruación'?

"El mundo sería un sitio completamente diferente si los tíos tuvieran ciclos menstruales.

En honor del Día de la Higiene Menstrual, el 28 de mayo, WaterAid, una organización británica que lleva agua limpia, instalaciones sanitarias e higiénicas a lugares empobrecidos del mundo, ha lanzado una campaña con el nombre "Si los hombres tuvieran la regla". Como parte de la campaña han creado dos parodias que reimaginan los típicos anuncios sobre tampones si los protagonistas fueran ellos."

sábado, 1 de agosto de 2015

¿La verdad? Por tu propio bien, ¡no le mientas a tu ginecólog@!

¿Será bueno mentirle a tu ginecólog@?



Intégrate a nuestro grupo "Lunas, toallas de tela y copas" donde nos reunimos miles de mujeres para compartir información clara, objetiva y actualizada sobre la menstruación y la salud sexual y reproductiva, así como reflexiones, inquietudes y experiencias relacionadas con el ser y tener cuerpo de mujer.

Todavía hoy existen quienes insisten en decir que "calladitas se ven más bonitas".  También es cierto que hay quienes creen que antes del año cero no había nada, que los dinosaurios nunca existieron, que la evolución es puro cuento de l@s científic@s (biólog@s, genetist@s, químic@s, etc.), pero dejando a un lado la religión e ideologías, aunque por tu crianza/cultura, te sonroje la sola idea de hablar de sexo con un desconocid@, díselo todo y ¡no te quedes con la duda! No tiñas tu consulta ginecológica; se trata de tu salud sexual y reproductiva. "Conocernos es amarnos y saber cuidarnos"

No dejes que te gane la tentación de mentirle a tu gine.  Por lo que sea, te da pena reconocer la verdad, enfrentarla, ¿sientes que es “inapropiado”? Al mentirle u omitir decirle la verdad, podrías estar poniendo en riesgo tu salud.

Rebecca C. Brightman, una gineco-obstetra entrevistada por Lane Moore para Cosmopolitan, sugiere algunas verdades cruciales que debes incluir. Aquí te compartimos la traducción de cada una de estas verdades necesarias y algunos otros fragmentos de la entrevista. ¿Se te ocurren otras? ¡Compártelas aquí entre los comentarios o en nuestro grupo/foro "Lunas, toallas de tela y copas! :)

1. Si tomas alcohol o consumes alguna otra droga “recreativa”.
Algunas substancias pueden tener efectos serios en tu salud sexual y reproductiva. Para saberlo y para diagnosticar y recomendarte un tratamiento, tu gine necesita saberlo.

2. El número de personas con las que has compartido actividad sexual
No se trata de “desnudarte” para que tu gine te juzque, sino de determinar la probabilidad estadística de que hayas sido expuesta a una enfermedad de transmisión sexual. Si percibes “desaprobación” en el rostro de tu gine, no te guardes tus comentarios al respecto. Quizá se le ha olvidado que te debe su respeto. Recuérdale que acudiste a él/ella para pedirle su opinión profesional, no personal. Y no olvides quejarte ante las instancias correspondientes por su falta de profesionalismo.

3. Si tienes o has tenido algún trastorno alimenticio
“Los trastornos alimenticios pueden producir efectos adversos en la salud de tus huesos, así como otros riesgos de salud a largo plazo.  A veces, podemos ver a alguien y saber que nos está ocultando algo de lo que no quiere hablar, y no queremos entrometernos, pero queremos que nuestras pacientes sientan la confianza de decirnos todo lo necesario.”

4. Si has experimentado algún aborto (inducido o espontáneo)
"Realmente depende del trimestre en el que ocurrió.  El primer trimestre no debe significar ningún riesgo, pero si ocurrió durante el segundo trimestre podría haber tenido algunas consecuencias, entonces es importante saberlo.”

Asegúrate de conocer las leyes en tu estado o país, pues, como sabes, en algunos todavía se criminaliza a las mujeres por abortar. Afortunadamente, en la ciudad de México, el aborto ha sido despenalizado. Si vives en el interior de la República, acude a o ponte en contacto con Fondo María o con GIRE, o simplemente googlea “aborto legal México” para pedir informes y apoyo en la clínica más cerca de ti. Recuerda que también existen las alternativas de la pastilla del día después y el aborto en casa con Misoprostol. Infórmate y… CUIDATE MUCHO.

5. Si alguna vez has recibido tratamiento tras resultados anormales de un papanicolau
“Si en el pasado recibiste resultados anormales de tu papanicolau, esto podría significar que tu cérvix ha sido acortado y podría impactar un embarazo futuro.”

6. Incontinencia urinaria. "Es habitual no hablar con el ginecólogo acerca de los escapes involuntarios de orina a no ser que se lo pregunte directamente. Y eso a pesar de que este problema es muy frecuente. (...) Montserrat Espuña-Pons, jefe de la Unidad de Suelo Pélvico del Hospital Clínico de Barcelona, presidenta de la sección de suelo pélvico de la SEGO y coautora del trabajo, subraya: 'No se le da importancia, pero son temas importantes que no se deben ocultar. Sigue siendo un tabú, y es importante hablarlo porque si es un problema leve o moderado se suele controlar muy bien con una serie de recomendaciones como la ingesta de líquidos o ejercicios del suelo pélvico (conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal inferior cuya función es sostener los órganos pélvicos). Pero, en fases más avanzadas, hay que ir a la cirugía u otro tipo de tratamientos. Es un tema importantísimo que no se debe ocultar'. (El País

7. Disfunción sexual y dolor. "Los problemas del suelo pélvico pueden acarrear falta de deseo sexual o dolor con las relaciones, pero este problema no se consulta al médico. Nuevamente, la ginecóloga insiste: 'Hay que hablarlo, porque existen soluciones para mejorar la vida sexual'." (El País