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miércoles, 15 de julio de 2015

Lo que ve en el Inodoro puede darle Información Valiosa sobre su Salud


Autor: Dr. Mercola

En lo que respecta a los hábitos al momento de ir al baño, el tema no es exactamente uno de los favoritos entre los estadounidenses- al menos no entre las personas mayores de cuatro años. Mencione el tema de la caca o popo y fácilmente podrá vaciar una habitación- o al menos generar expresiones faciales inusuales, risa nerviosa y bromas sobre “demasiada información”.
Pero las emisiones corporales son un importante tema de salud que merece de atención seria, independientemente del “asco” que provoque. De hecho, si usted ignora lo que deposita en el inodoro, ¡podría estar dejando ir su salud por el desagüe!



¿Sabía que la persona promedio genera cerca de cinco TONELADAS de heces en toda su vida? Resulta que hay mucho que aprender de esta gran montaña de caca.
La forma, el tamaño, el color y otras características fecales pueden darle bastante información sobre su salud en general, por ejemplo, cómo está funcionando su tracto gastrointestinal e incluso puede darle pistas sobre los procesos de enfermedades graves que podrían estar ocurriendo, como infecciones, problemas digestivos e incluso cáncer. La caca puede ser de prácticamente todos los colores del arcoíris…y por favor discúlpeme por usar las palabras caca arcoíris en la misma oración.
Aunque ciertamente existe una gran variedad de colores, texturas y formas de heces que pueden ser consideradas como “normales”, definitivamente hay cosas que, si se ven o experimentan, requieren de atención médica inmediata. Con esto en mente, la siguiente revisión cubre todo lo que usted necesita saber sobre lo que es normal y lo que no lo es dentro del baño.

¿Qué es una Heces Normal?

Sus heces están compuestas aproximadamente de un 75 por ciento de agua. El resto es una combinación fétida de fibra, bacterias vivas y muertas, diversas células y moco.1,2 Las características de sus heces le darán una buena idea del estado de sus tracto intestinal- el color, el olor, la forma, el tamaño e incluso los sonidos que hacen cuando tocan el agua, así como el hecho de si se “hunden” o “flotan”, todo eso es información importante.
Si usted es de esas personas que entra al baño, hace y se levanta rápidamente sin echar un vistazo al inodoro, entonces quizá debería tomarse las cosas con calma y mirar hacia abajo. La Escala de Heces de Bristol es una herramienta útil que podría ayudarlo a aprender a lo que va. Idealmente, sus heces deberían ser parecidas a las Tipo 3, 4 y 5, “con forma de salchicha o una viborita, suave y blanda” o “pedazos blandos que pase con facilidad”. Las heces Tipo 4 son como el Santo Grial.3
La fibra tiende acumularse en sus heces y actúa como pegamento para mantener sus heces juntas, en lugar de que estén en piezas separadas. Si sus heces son blandas, como diarrea (“cremosa” como la llaman), podría ser causada por la intolerancia a la lactosa, los endulzantes artificiales (sorbitol y Splenda) o una reacción a la fructosa o al gluten.

Vea, Escuche y Huela Antes de Jalar el Inodoro

¿Qué es normal y qué no lo es cuando miramos el inodoro? La siguiente tabla lo ayudará a saber qué es lo que debe observar, para que no se alarme innecesariamente. Por supuesto que, existen algunas señales que SON motivo de preocupación y esa señales también están enlistadas. Si usted nota un cambio en sus heces acompañado de dolor abdominal, por favor infórmeselo a su médico4
Heces SaludablesHeces Poco Saludables
De café claro a medioLas heces duras difíciles de excretar, causan dolor o requieren de esfuerzo
Suave y blanda, en una sola pieza y no en varios pedazosPedazos duros o blandos y acuosos o incluso pastosos y difíciles de limpiar
De una a dos pulgadas de diámetro y más de 18 pulgadas de largoLas heces estrechas similares a un lápiz o tipo cinta: pueden indicar una obstrucción intestinal o tumor- o en el peor de los casos, cáncer de colon; las heces estrechas con poca frecuencia no son tan preocupantes, pero si persisten, en definitiva debe llamar a su médico5
Con forma de S, que es la forma del intestino inferior6Las heces negras y alquitranadas o heces rojas: podrían indicar sangrado en el tracto GI, las heces negras también son el resultado del consume de ciertos medicamentos, suplementos o por consumir regaliz negro, si usted  excreta heces negras y alquitranadas, lo mejor es que visite a su médico
Se sumerge silenciosa y suavemente en el agua…debe hacer el menor ruido posible al caer en el inodoro- no un fuerte chapoteo, que lo salpique y lo deje necesitando una duchaLas heces blancas, pálidas o grisespodrían indicar una falta de bilis, lo que es  un problema serio (hepatitis,cirrosis, trastornos pancreáticos o un posible bloqueo en el conducto biliar), por lo que esto amerita una llamada a su médico, también puede ser el resultado del consumo de antiácidos
Un olor natural, no repulsivo (no estoy diciendo que debe oler bien)Las heces amarillas podrían indicar una infección por Giardia, un problema de la vesicular biliar o un enfermedad conocida como síndrome de Gilbert- si usted presenta esto, llame a su médico
Textura uniformePresencia de alimentos no digeridos (más preocupante si va acompañado de una pérdida de peso, diarrea y otros cambios en el intestino)
Se hunde lentamenteFlota o salpica
Un aumento de moco en las heces: Esto puede estar relacionado con enfermedades inflamatorias del intestino como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa e incluso con el cáncer de colon, especialmente si está acompañada de sangre o dolor abdominal

¿Su Heces Tiene un Olor Realmente Desagradable?

Si sus heces tienen un olor extraordinariamente desagradable, no debería ser ignorado. Me refiero a un olor más alládel olor normal de las heces. Las heces apestosas pueden estar relacionadas con un número de problemas de salud, tales como:7
  • Un trastorno de malabsorción
  • Enfermedad celíaca
  • Enfermedad de Crohn
  • Pancreatitis crónica
  • Fibrosis quística
La fibrosis quística (FQ) es una enfermedad causada por un gen defectuoso que hace que su cuerpo produzca mucosidad anormalmente espesa y pegajosa que se acumula y provoca infecciones pulmonares potencialmente mortales, así como problemas digestivos graves. La mayoría de los casos de FQ son diagnosticados antes de los 2 años de edad, así que este es un problema más común entre los bebés y los niños pequeños.
Hablando de cosas malolientes, ¿qué pasa con los gases? El paso de gas (flatulencia) es normal. No sólo es normal, sino que es una buena señal de que trillones de bacterias intestinales están haciendo bien su trabajo. Una persona se echa gases en un promedio de 14 veces al día- ¡desde una a cuatro pintas!8 El noventa y nueve por ciento del gas es inodoro, así que probablemente usted ni se dé cuenta de que está saliendo. ¡Piénselo- si no tuvieran salida, entonces nos inflaríamos como globos!

¿Qué Tan a Menudo Debería Mover sus Intestinos?

Los hábitos intestinales normales varían. Cuando hablamos de regularidad, de lo que realmente estamos hablando es de lo que es regular para usted. De tres movimientos intestinales al día a tres a la semana se considera dentro del rango normal.
Más importante que la frecuencia es la facilidad de eliminación. Si necesita pujar o esforzarse, entonces algo anda mal- mover los intestinos no debería costarle mucho más que orinar o echarse un gas. Lo que debe observar es si hay un cambio repentino en sus hábitos intestinal. Son muchos los factores los que pueden afectar la regularidad, como la alimentación, los viajes, los medicamentos, las fluctuaciones hormonales, los patrones de sueño, el ejercicio, las enfermedades, las cirugías, los partos, el estrés y muchas otras cosas más.9

Estreñimiento y Diarrea

Al cuerpo promedio le toma entre 18 y 72 horas para convertir los alimentos en heces y excretarlas. Cuando este tiempo se acorta significativamente, el resultado es la diarrea porque su intestino no tiene el tiempo de absorber toda el agua. Por el contrario, cuando el tiempo de tránsito se prolonga, podría terminar estreñido porque se ha absorbido demasiada agua, dando como resultado heces duras y secas.
El estreñimiento se define como heces duras y secas difíciles de excretar en las que tiene que esforzase demasiado y por lo general está acompañada de una disminución en la frecuencia de defecación. Esforzarse no es algo normal, no se están experimentando sensaciones de eliminación, distención abdominal, calambres o lentitud después de haber excretado dos pedazos. Si usted tiene más de 65 años, su riesgo de estreñimiento aumenta significativamente.
El estreñimiento crónico no tratado puede provocar una retención fecal,10 que puede convertirse en una enfermedad médica grave. Debería evitar los laxantes a toda costa y utilizarlos únicamente como último recurso. Si no le queda más que utilizar un laxante, asegúrese de utilizarlo por un período corto de tiempo.
Causas comunes de un AUMENTO de la frecuencia intestinal /Diarrea11
Estilo de vidaEnfermedades y estado de salud
Comer más frutas y vegetales (aumento de fibra)Hipotiroidismo (tiroides hiperactiva)
Hacer más ejercicioEnfermedad de Crohn
Tomar más aguaColitis ulcerosa
Estrés emocionalEnfermedad celíaca
Alergias a los alimentosSíndrome del intestino irritable (IBS)
Efectos secundarios a los medicamentos
Infección gastrointestinal
Causas comunes de una DISMINUCIÓN de la frecuencia intestinal /Estreñimiento12,13
Cambios en la alimentación, menos fibra, menos frutas y vegetalesEmbarazo, parto o trastornos hormonales
Estrés emocionalProblemas con los músculos o nervios en el intestino, recto o ano
Aguantarse las ganas de ir al baño, viajar y los factores de horario que provocan que no pueda ir al bañoSíndrome del intestino irritable (IBS)
Hacer poco ejercicioDiabetes
Mala hidrataciónHipotiroidismo (tiroides hipoactiva)
Suplementos de calcio o hierroDolor local o molestia alrededor del ano, tales como fisuras o hemorroides
Medicamentos como analgésicos narcóticos (codeína por ejemplo), diuréticos, antiácidos, antidepresivos y exceso o abuso de laxantesPocas veces: diverculitis, obstrucción intestinal, cáncer colorectal, esclerosis múltiple, enfermedad del Parkinson y lesión de la medula espinal
Alergias a los alimentos

Cómo Anotar un Home Run con sus Movimientos Intestinales

La mayoría de los problemas gastrointestinales pueden prevenirse o resolverse por medio de unos cambios sencillos en su alimentación y su estilo de vida. Si usted no está alcanzando la perfección al momento de ir al baño o si no se siente bien, entonces échele un vistazo a los siguientes factores y considere hacer algunos cambios. Estas estrategias lo ayudarán a revertir el estreñimiento o la diarrea, además de que lo ayudaran a evitar las recurrencias.
  • Elimine todas las fuentes de gluten de su alimentación (las fuentes más comunes son el trigo, la cebada, el centeno, la espelta y otros granos)
  • Lleve una alimentación que incluya alimentos enteros, frescos, vegetales orgánicos y frutas que le brinden buenos nutrientes y fibra, la mayor parte de la fibra que consuma debería de provenir de los vegetales, no de los granos
  • Evite los endulzantes artificiales, el exceso de azúcar (especialmente la fructosa), los aditivos químicos, el MSG, las cantidades excesivas de cafeína y los alimentos procesados ya que son dañinos para su función gastrointestinal (e inmunológica)
  • Mejore su flora intestinal añadiendo alimentos fermentados su alimentación, tales como el chucrut, los pepinillos y el kéfir (si tolera los lácteos), añada un suplemento de probióticos si sospecha que no está obteniendo las bacterias benéficas suficientes de su alimentación
  • Trate de aumentar el consumo de fibra, algunas buenas opciones incluyen el psilio y las semillas de lino orgánicas (pruebe con 35 gramos de fibra al día)
  • Haga ejercicio regularmente
  • Evite los medicamentos farmacéuticos como los analgésicos como la codeína o hidrocodona que ralentizan el funcionamiento del intestino, los antidepresivos y los antibióticos puede causar una variedad de trastornos gastrointestinales
  • Encárguese de los problemas emocionales con herramientas como la EFT
  • Considere las posibilidad de ponerse de cuclillas en vez de sentarse, esta posición endereza el recto, relaja el músculo puborrectal y ayuda a vaciar completamente su intestino sin forzarlo y se ha demostrado que alivia el estreñimiento y las hemorroides

La placenta, ¿el elixir?

Hay quienes dicen que es el elíxir, hay quienes aseguran que es infecciosa, aquí el debate sobre ingerir o no la placenta después del parto.

POR: JESÚS PEÑA SÁNCHEZ





Saltillo.- La doctora puso cara de nausea cuando Andrea Estefanía Padilla pidió que una vez pasado el momento del parto le entregara, de favor, su placenta porque quería llevársela a casa y comérsela.

La placenta era de ella, le alegó Estefanía, y ella sabría lo que haría con su placenta. Sin otra escapatoria la ginecóloga transigió.

Estefanía había escuchado y visto en facebook testimonios de mamás saltillenses que recomendaban el consumo de este tejido como medio maravilloso, casi mágico, para reponerse después de nueve largos y difíciles meses de embarazo, y acabó por convencerse.

Lo que siguió fue que el día del parto los familiares de Estefanía recogieron aquel pedazo de carne, parecido a un hígado, lo pusieron en una bolsa especial y luego en una hielera.

Horas más tarde una especialista en el preparado de la placenta se la regresó convertida en cápsulas de hierro, gotas, aceite y una crema para las rozaduras, los cólicos de su bebé y las manchas y estrías que a Andrea se le habían formado concluido el proceso de gestación.

Estefanía ingirió sin ver aquellas cápsulas de placenta fresca que contenían algo así como un pedazo de carne sanguinolenta, repulsivo, sí, desagradable, pero con los minutos se sintió más que bien, energética, de buen talante, como si nada hubiese pasado y hasta pudo darle de mamar a su crío sin problemas.

A los pocos días de haber parido, por cesárea, andaba ya para arriba y para abajo y de plano pensó que haber comido placenta, también llamada árbol de la vida por las ramificaciones que forman sus arterias, funcionaba.

“Todos estaban asombrados porque a los 15 días (del parto) yo ya andaba muy bien”, testifica Andrea Estefanía.

Como ella son cada vez más las mujeres que en Saltillo creen y promueven el consumo de la placenta humana, aseguran, por sus altas propiedades nutricionales y curativas.

Ello a pesar de las advertencias de facultativos, llámese ginecólogos y patólogos, que catalogan a la placenta como un desecho muerto e inservible del organismo y alertan sobre los riesgos sanitarios de su consumo, por ser un residuo biológico potencialmente infeccioso.

Con todo y eso la medicina placentaria, conocida además como placentofagia, palabra algo incómoda, - dicen sus defensoras -, ya está aquí.

“Apenas está iniciando es una práctica alternativa conocida por muy pocos. A nivel local se está dando en Saltillo y Monterrey…”, dice Karla González Ramírez, estudiante de medicina de la Universidad de Monterrey (UDEM), y una de las principales impulsoras de la placentofagia en el noreste de México.

Karla es también una de las 16 mujeres mexicanas que, en mayo del año pasado, fue capacitada para la preparación de productos de placenta, por el American Birthingway College of Midwifery de Oregon, a través de un curso impartido en Guadalajara.

No abstente el boom de la medicina placentaria en la mayoría de los hospitales, tanto públicos como privados de todo el país, las miles y miles de placentas que se generan diariamente en las salas de partos, son llevadas al área de patología para su estudio, luego introducidas en bolsas rojas, echadas a la basura y luego recolectadas por empresas externas, junto con otros residuos, para su incineración.

Ana es una mamá vegetariana que asegura haberse recuperado del parto rápidamente luego de ingerir su placenta en pastillas

Y hay quienes aseguran que incluso en algunos sanatorios públicos, las placentas sanas, son empaquetadas, congeladas y enviadas a institutos de cosmetología de todo el mundo, donde son convertidas en cremas, aceites o champús.

“Me he topado con hospitales en los que (a la hora de que la madre solicita la placenta) los médicos ceden, otros en los que no. Hay algunos doctores que de plano te dicen ‘no, está loca señora, claro que no, qué le pasa, se va a morir, se va a intoxicar, para que la quiere, no le sirve de nada’. Hay otros médicos que dicen ‘sí, no hay problema, para lo que usted la use, tenga, aquí está, es suya’, muy respetuosos con los pacientes.

“Yo les digo a las mamás que optan por encapsular su placenta que se limiten a escoger los establecimientos que sí se las van a entregar y que yo ya tengo catalogados”, comenta Karla González, cuya placenta, como sucede con la mayoría de las mujeres, una vez que dio a luz, fue arrojada al cajón de la basura.

Por lo cual Karla creó recientemente un documento que libera a las instituciones de salud, y a su personal, de la responsabilidad sobre la placenta, para que sea la madre la encargada de manejarla, transportarla y hacérsela llegar al especialista para que la prepare.

Dora es una experta y promotora del parto en casa que ve como sus pacientes cada vez más le piden les de la placenta para consumirla.
Una vez fuera del hospital la placenta será sometida a diversos procesos (deshidratación, purificación en vapores de hierbas, inmersión en alcohol, antes de encapsularla, transformarla en gotas homeopáticas (tintura) o cosméticos, (pomadas, aceites y cremas terapéuticas para la madre y el bebé).

Antes la experta en medicina placentaria hubo realizado los estudios suficientes para detectar cualquier riesgo infecto contagioso de la placenta, como el VIH, sífilis, entre otros.

“Para tratar una placenta hay que ver estudios de la madre y corroborar que en su embarazo estuvo saludable, que no presentó ninguna infección…”.

Las últimas estadísticas arrojan que sólo en el Hospital de Zona Número 1 del IMSS en Saltillo, se han registrado en lo que va del año alrededor de cinco casos de mujeres que han ido a solicitar su placenta para consumirla.

“Pero por normatividad no la entregamos, aparte no todas las pacientes tienen pruebas de VIH, hepatitis b ó c y otras enfermedades, entonces se vuelve una práctica de alto riesgo.

“Una vez que la placenta sale del organismo pierde todas las funciones, todas las propiedades. Es una práctica que no es sana, le estamos dando un poder a algo que ya no sirve, que ya no funciona, que biológicamente ya no tiene razón de ser”, dice Adriana Pérez Valdés, jefa del área de Ginecología de la Clínica 1 del IMSS.

Hoy existen tantas creencias y opiniones en torno al uso de la placenta como medicina alternativa que se ha generado un agrio debate entre facultativos de distintas ramas y los promotores de esta tendencia, más o menos arraigada en Reino Unido, Alemania, España, Ecuador y Buenos Aires y que día con día va cobrando más y más auge en Saltillo.

Para unos el consumo de tal tejido, contaminado con bacterias y susceptible a infecciones como el hepatitis o el Sida, podría ser de graves consecuencias a nivel de la salud del ser humano; para otros los altos contenidos en hierro, proteínas, vitaminas y hormonas, que posee la placenta, resultan de gran beneficio para la madre y su familia.

Ana Carolina, mamá que promueve el consumo de placenta


“La placenta es potenciadora de la lactancia. De las chicas que han consumido su placenta te puede decir que el 90 por ciento, sino es que el 100, no ha tenido problemas con la lactancia, es más sí los han tenido, tienen una hiperproducción de leche, totalmente contrario a lo que pasa en las recién paridas”.

Además, precisa Karla González Ramírez, la placenta incrementa la energía, combate la fatiga y los desordenes afectivos y de ansiedad, la depresión posparto, la anemia, inhibe las hemorragias posparto y previene el coriocarcinoma, un cáncer importante de endometrio.

“La placenta contiene oxitocina que es relajante, nos ayuda a contraer el útero y al apego biológico de la madre con el bebé, a que la madre tenga una recuperación más pronta.

“La placenta es como una bodega, los nueve meses que duró tu embarazo estuviste guardando todos esos nutrientes en tu placenta. Imagínate lo rica que es en calcio, en hierro, en gonadotropina.

“Y la placenta es el octavo chacra, la conexión entre el humano y la naturaleza, no tiene más que un grupo de células perfectamente alineadas para hacer su trabajo. Es la madre naturaleza trabajando en un su perfección completa”.

La primera vez que Ana Román Loyola escuchó hablar de la placentofagia, sintió que iba a volver estómago.

Ella es vegetariana, llevaba seis años de no comer carne, pero aun así decidió probar.

“Se me hacía un poquito asqueroso, la verdad, pero sí noté muchas ventajas. En enero se me enfermaron los niños, me acordé de las cápsulas de placenta y me tomé una y yo no me enfermé, andaba con energía para atender a mi esposo y a los dos niños que estaban en cama”.


La recuperación de su parto en casa fue cuestión de días.

“Sí tuve los entuertos, pero fue muy rápido, estuvo muy alivianado el posparto”, platica.

Karla González, experta en el tratamiento de placenta y productos derivados

Miguel Jesús Reyes Campos, médico cirujano egresado la Universidad Autónoma de Yucatán y especialista en acupuntura, de la Escuela Francesa de Acupuntura, revela que algunos estudios de ingestión de placenta en ratas, publicados en 2004 por la revistas Brain Research, han demostrado que el consumo de este tejido tiene un efecto de producción de opioides en el organismo, los cuales provocan estados de bienestar y eliminación del dolor.

Al menos para Ana Carolina Dávila, otra mama de Saltillo que luego de dar a luz en una clínica privada ingirió un licuado de mango mezclado con placenta, fue como una bomba.

“Me fui para arriba en cuestión de energía, de ánimo”.

Ella había tenido una hemorragia posparto, fue canalizada, pero después de que hubo consumido el smoothie de placenta sabor mango el sangrado paró.

“Mucha gente me decía que qué desagradable, que qué asco, principalmente era asco lo que sentían, y muchos comentarios negativos, pero yo había leído que los animales se la comen, las perritas, y esto hacía que tuvieran energía para ver a sus cachorros”.

Otros artículos describen también la costumbre de los indios del Canadá, comunidades de California y los campesinos de algunas zonas rurales en México, de ingerir la placenta para combatir ciertas dolencias.

“Se puso en boga hace algunos años la ingestión de productos de placenta asada, luego pulverizada y entonces se la tomaban en cápsulas. Pienso que está relacionado con un concepto de la medicina tradicional china, porque en la medicina tradicional china, desde hace cientos de años, se preparaban unos polvos de placenta para tonificar la sangre y eso era aumentar y mejorar la vitalidad. Al mismo tiempo se ha visto que la ingestión de la placenta revierte el agotamiento por estrés”, dice Reyes Campos, además responsable de Acupuntura en la Facultad de Estudios Superiores de la UNAM.

El problema es que la placenta que se procesa empíricamente y se vende, carece, probablemente, de un control de calidad, de una asepsia y antisepsia adecuadas,

“Y probablemente no tiene un proceso de esterilización adecuado y la placenta, por ser una sustancia que tiene sangre, no sabes si tenga algún problema de hepatitis, herpes, VIH…”,.

La placentofagia, que es practicada instintivamente por algunos mamíferos, dígase ratas, perras, cerdas o incluso herbívoros como la vaca, después de parir a sus crías, se cree para evitar dejar rastros que atraigan a sus depredadores, afianzar el vinculo materno o reponer fuerzas y mantenerse nutridas en los días posteriores al parto, parece ser el factor que ha dado origen, lugar y sustento a esta aparentemente nueva tendencia en los seres humanos.

“Nace de la observación de lo que hacen algunos animales, las perras, por ejemplo, cuando tienen a sus crías durante dos o tres días no se paran, no comen, no toman agua, están nada más amamantando, por eso es importante el aporte de energía que les da esa placenta, pero en el humano eso no se ve…”, declara Marco Antonio Aguirre Ramos, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Saltillo,

Rubén Rangel, médico veterinario zootecnista, egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León, incluso rompe el mito de que la placentofagia sea una práctica benéfica para los animales.

“En el caso de las vacas se debe enterrar la placenta, es como un protocolo específico de sanidad, para evitar que las vacas y los perros las consuman y se transmitan virus y parásitos que viajan de la vaca al perro y del perro al humano.

“El protocolo de nacimiento de un cachorro es retirar al cachorro, esto si la madre lo permite, quitar la placenta, tirarla y limpiar al perro de cualquier rastro de placenta para evitar que se ahogue o para evitar contaminaciones, porque la placenta al ser nutritiva atrae bacterias y microorganismo o moscas, por ello se debe eliminar”.

Así pues científicos como Jesús Ángel Padilla Gámez, experto en salud pública y nutrición, reducen la llamada medicina placentaria a una simple moda en ciertos segmentos de la población.

“Una moda en donde se ha encontrado que existen algunas sustancias que pudieran revestir algún beneficio para la madre en esa etapa. Todas las sustancias que pueda tener ese trozo de carne de tres centímetros de grueso, 25 centímetros de diámetro y que pesa medio kilo, más o menos, lo podemos encontrar en otros productos o preparados de tipo hormonal, mineral, vitamínico. No es necesario recurrir a una conducta que bajo los ojos de cualquier persona puede representar una especie de canibalismo… En la literatura médica hay vestigios de información sumamente antiguos de que (el consumo de la placenta) no representa ningún beneficio…”.

Y habla del papel que desempeña el efecto placebo en las pacientes recién paridas que practican la placentofagia:

“Si ustedes revisan la información que hay en los medios electrónicos van a encontrar que de un grupo de 100 señoras que comieron (placenta), 67 se sintieron bien. Es lo mismo que ocurre con el efecto placebo. Si dijéramos que se comieran un huevo crudo después de parir, 67 por ciento iban a decir que se sintieron mejor. Eso se llama efecto placebo, donde no hay una base científica que explique el beneficio reportado.

“No somos críticos denostadores de su forma de pensar, pero sí recomendamos que se guíen por elementos científicos sustentables, comprobables, repetibles, que sean elaborados por instituciones de reconocido prestigio, para saber que efectivamente el beneficio que se está promoviendo tiene una base sólida y no que sea nada más a partir de comentarios”.

Karla González, la especialista en preparado de la placenta y a quien sus profesores de la cerrara de medicina de la UDEM ven como a la rara de la clase, lo refuta;

“Puedes entrevistar a muchos ginecólogos, enfermeras, pediatras, y no te van a decir cuál es la importancia (de la placenta), porque no la saben, no la han estudiado y no están dispuestos a reconocer ‘¿sabes qué?, no lo sé, no conozco las propiedades, ignoro que se puede hacer con ella, no he investigado…’, y por no conocerlo consideran que es incorrecto, que no está bien, que no sirve para nada. Hay discrepancias, las personas que lo ignoran tienden a satanizarla”.

Miguel Jesús Reyes Campos, experto en acupuntura de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, recalca que aunque no se ha demostrado que la placentofagia sea una práctica fundamental y necesaria, sí está comprobado el contenido en la placenta de prostaglandinas, oxitocina y factores relacionados con los opioides o los morfínicos, sustancias que, se sabe, minimizan el dolor y mejoran los estados de ánimo.

“Estudios científicos demuestran que la placenta tiene productos que pueden interferir perfectamente en el posparto: dolor, disminución del sangrado y recuperación física de la paciente”.

Pero “la realidad es que no”, comenta Marco Antonio Aguirre Ramos, el jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Saltillo:

“Lo que están recibiendo es un aporte de carne que les va a dar proteínas, algo de carbohidratos, de grasas, pero todos los demás componentes, las demás hormonas se van a degradar el aparato digestivo, no van a ser absorbidos. Al final es como si la paciente consumiera un buen filete o una hamburguesa”.

En cambio los aportes que se desprenden del análisis de la placenta en los laboratorios de patología de los hospitales, suelen ser interesantes, como la asociación de alteraciones placentarias con la muerte fetal temprana, malformaciones del producto, su crecimiento y desarrollo.

“Se respetan todas las creencias, pero yo que trabajo las placentas le puedo indicar que tienen ciertos riesgos. Hay placentas de productos que vienen con algún proceso inflamatorio severo, incluso puedo identificar agentes infecciosos como bacterias.

“Yo no me arriesgaría a una placenta con un proceso inflamatorio, un proceso secundario de infección”, dice Yadira Lugo Guevara, médico anatomopatólogo del Hospital General de Saltillo.

A Dora Elia Silva Luna, enfermera y partera, maestra en salud pública, educadora prenatal y una de las defensoras a ultranza de parto en casa, le sorprendió que algunas de sus pacientes de Saltillo y Monterrey le empezaran a solicitar la placenta, una vez pasado el trance del alumbramiento, para comerla mezclada en licuados de frutas (smoothie) y así reponer energías.

“Algunas me habían dicho ‘Doris ¿no te ofendes si queremos coger un trozo de la placenta y hacer un preparado y tomarlo?’, y yo les decía ‘no me ofrendo, pero no me des a tomar… ’.

La saltillense Venus Alejandra Rodríguez la comió en un licuado de piña y fresa, después de haber parido en casa sólo asistida por su esposo, y se sintió bien.

“No sabe a nada, no sabe feo. Después de que nació mi bebé el sangrado fue mínimo y no tuve esos problemas que se presentan después del parto”.

Así fue como Dora Elia Silva se enteró de la placentofagia, práctica muy común en algunas regiones de oriente (China), en donde las madres y sus familias la consumen después de darle cierto tratamiento.

“Tiene un trasfondo espiritual, religioso, pero revisando (la literatura) resulta que en algunos países hay hasta un instituto de la placenta, en donde la placenta es procesada y tratada… Entonces dije ‘vamos a ver qué hacemos con la placenta’ y comencé a aprender a tratarla”.

Aprendió de las parteras del sur de México, poseedoras de una gran infinidad de rituales y formas de preparar la placenta, como la tintura (gotas) que proviene de la placenta de un bebé varón y que puede ser indicada en casos de impotencia, calvicie o cualquier trastorno de la masculinidad; o la tintura proveniente de un bebé hembra y que se utiliza en mujeres que están en la menopausia o niñas que tienen dolores durante la menstruación.

“Está cada vez más difundido, (el uso de la placenta), la gran mayoría de las mujeres la está demandando. De 10 pacientes que atiendo en parto ocho o nueve la quieren”.

Y las redes sociales han tenido mucho que ver en la difusión y profusión de la medicina placentaria o placentofagia.

Sin embrago en México existen escasos estudios científicos que validen las propiedades nutricias y curativas de este tejido, vital en el desarrollo del nuevo ser durante el embarazo.

“Puedo hablar de mi experiencia y de cómo he visto que las mujeres se recuperan enormemente, enormemente. Incluso los esposos que las acompañan en sus partos y que terminan muy cansados, exhaustos, hacen su smoothie de placenta y se sienten muy, muy bien. A la observación puedo decir que es muy útil. Es un órgano tan noble y tan entero que, de veras, debiéramos detenernos a estudiarlo…”, concluye.



¿BEBER O NO BEBER?

“Para tratar una placenta hay que ver estudios de la madre y corroborar que en su embarazo estuvo saludable, que no presentó ninguna infección…” - Karla González, experta en el tratamiento de placenta y productos derivados.

“Una vez que la placenta sale del organismo pierde todas las propiedades. Es una práctica que no es sana, le estamos dando un poder a algo que ya no sirve, que ya no funciona, que biológicamente ya no tiene razón de ser”- Adriana Pérez Valdés, jefa del área de Ginecología de la Clínica 1 del IMSS.

“La placenta es como una bodega, los nueve meses que duró tu embarazo estuviste guardando todos esos nutrientes en tu placenta. Imagínate lo rica que es en calcio, en hierro, en gonadotropina”.- Karla González, experta en el tratamiento de placenta y productos derivados.

“Me fui para arriba en cuestión de energía, de ánimo. Mucha gente me decía que qué desagradable, que qué asco y muchos comentarios negativos, pero yo había leído que los animales se la comen, las perritas, y esto hacía que tuvieran energía para ver a sus cachorros”.- Ana Carolina Dávila, mamá que promueve el consumo de la placenta.

“Se respetan todas las creencias, pero yo que trabajo las placentas le puedo indicar que tienen ciertos riesgos. Hay placentas de productos que vienen con algún proceso inflamatorio severo, incluso puedo identificar agentes infecciosos como bacterias”.- Yadira Lugo Guevara, médico del Hospital General.


“Nace de la observación de lo que hacen algunos animales, las perras, por ejemplo, cuando tienen a sus crías durante dos o tres días no se paran, no comen, no toman agua, están nada más amamantando, por eso es importante el aporte de energía que les da esa placenta, pero en el humano eso no se ve…”
- Marco Antonio Aguirre Ramos, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Saltillo

“Está cada vez más difundido, (el uso de la placenta), la gran mayoría de las mujeres la está demandando. De 10 pacientes que atiendo en parto ocho o nueve la quieren”
- Dora Elia Silva, doctora.


“No sabe a nada, no sabe feo. Después de que nació mi bebé el sangrado fue mínimo y no tuve esos problemas que se presentan después del parto”.
- Venus Alejandra Rodríguez, saltillense que consumió su placenta.


Los reportes

-Se realizó un experimento para incrementar la segregación de leche materna, mediante la administración de placenta seca vía oral. De 210 casos solo 29 dieron resultados negativos, 181 mujeres reaccionaron positivamente, 117 con buenos resultados y 64 con muy buenos resultados.

La Placenta como catalizador de lactancia. Soykova-Pachnerova (1954). Gynaecologia

-La ingesta de la placenta o de líquido amniótico produce un aumento de efecto opioide, es decir un efecto antidolor en las ratas.

Placenta para el alivio de dolor: La ingestion de la Placenta en las ratas.

Jean M. DiPirro, Mark B. Kristal



Se cree...

Que comerse la placenta es muy beneficioso para la mujer que acaba de dar a luz, ya que ésta es muy rica de estrógenos y progesterona, además reduce las posibilidades de sufrir una hemorragia posparto, pues el estrógeno sensibiliza al músculo uterino para que se contraiga bajo los efectos de la oxitocina. Al contraerse, se evita la pérdida de sangre en la superficie cruenta que dejó la placenta al desprenderse, además, también es rica en vitamina K un poderoso antihemorrágico.

Todos los nutrientes que contiene la placenta son igualmente beneficiosos para la madre como para el bebé y las hormonas que contiene sirven para compensar el déficit hormonal de la madre tras el parto.

Es importante la ingesta inmediata de un trozo de placenta para poder crear en el sistema la inmunidad contra la placenta si es que se queda algún residuo placentario dentro, y desecharlo adecuadamente previniendo así el coriocarcinoma.


¿Es genético?

Es un comportamiento que está contemplado en su código genético. Entonces, ¿tienen las mujeres ese gen que contempla la placentofagia?, parece ser que sí, se trata de un gen que se localiza en el cromosoma 7q32.



Beneficios de la placentofagia
  • Balance hormonal
  • Incremento energético
  • Combate fatiga y desordenes del sueño
  • Desordenes afectivos y de ansiedad
  • Acorta recuperación postparto
  • Disminuye hemorragia postparto
  • Promueve balance mente cuerpo espíritu
  • Asiste a la involución uterina
  • Disminuye deficiencia hierro
  • Promueve el apego de manera bioquímica, incrementa el lazo afectivo madre-hijo
  • Protección contra efectos secundarios de restos placentarios en el útero postparto
  • Recuperación de nutrientes maternos almacenados en los últimos 9 meses (vitaminas y minerales, hierro)
  • Previene depresión postparto
  • Facilita la lactancia
  • Reduce dolor postparto


Sus productos


  • Tintura: diluciones para homeopatía personal (uso en mamá y bebé)
  • Aceite medicinal: cólicos, estrías, manchas en la piel.
  • Pomada multiusos ( rozaduras, abrasiones, ojeras, manchas, cicatrices, resequedades)
  • Barro medicinal: cataplasmas y mascarillas
  • Shampoo y enjuague ( como tratamiento capilar)
  • Cápsulas en fresco con realce de hierro
  • Cápsulas en seco, para consumir en periodos de descontrol hormonal, depresión o transición a la menopausia.

¿Qué es el Método de Moco Cervical?

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Observación del moco vaginal como forma de buscar la concepción o contracepción.

Para prevenir embarazos, las mujeres pueden llevar el registro de sus ciclos menstruales y no tener relaciones sexuales vaginales sin protección durante los días de mayor fertilidad. Los métodos que pueden usarse para estos fines se denominan métodos de observación de la fertilidad (FAMs, por sus siglas en inglés).

Una de las formas que tienen las mujeres para registrar su ciclos de fertilidad se denomina "método del moco cervical".

Algunas mujeres que quieren quedar embarazadas también prestan atención al moco cervical para saber cuándo deberían tener relaciones sexuales vaginales sin protección.

El método del moco cervical


Las hormonas que regulan el ciclo menstrual también actúan sobre el cuello del útero y hacen que éste produzca la secreción de mucosidad. La mucosidad secretada se acumula en el cuello del útero y en la vagina y cambia su calidad y cantidad antes y durante la ovulación. Con instrucción personal adecuada, muchas mujeres aprenden a reconocer estos cambios. Dicha instrucción, en general, se brinda de manera personal. El método del moco cervical también es conocido como el método de la ovulación o el método Billings.
El patrón del moco
  • Durante el periodo menstrual, el flujo no permite reconocer el moco cervical.
  • Al periodo menstrual le siguen algunos días en los que no se observa moco. Estos se conocen como los "días secos". Si el ciclo es largo, estos días pueden considerarse días seguros.
  • A medida que el óvulo empieza a madurar, aumenta la producción de moco. Entonces, éste empieza a aparecer en la abertura de la vagina. En general, es de color amarillento o blancuzco. Además es turbio y pegajoso o viscoso.
  • La mayor cantidad de moco cervical generalmente aparece antes de la ovulación. El moco es transparente y escurridizo y parece clara de huevo cruda. Cuando el moco se puede extender entre los dedos, se lo denomina spinnbarkeit: palabra alemana que significa elástico. Ha comenzado el periodo de los "días escurridizos". Éste es el pico del periodo de fertilidad.
  • Aproximadamente cuatro días después de que comienzan los días escurridizos, el volumen del moco puede disminuir. Nuevamente, se volverá turbio y pegajoso, y pueden presentarse algunos días secos antes de que comience el periodo menstrual. Estos días también se consideran días seguros.

Cómo trazar un gráfico de su patrón de mucosidad


Usted debe registrar sus observaciones todos los días en un calendario. Indique los días de su periodo menstrual, los días secos, los días pegajosos, los días turbios, los días húmedos y los días escurridizos. La textura de la mucosidad puede ser diferente entre una etapa y otra. Puede ser granulada, gomosa, húmeda o cremosa. Busque a alguien con experiencia para que la ayude a familiarizarse con su propio patrón.


Usted puede controlar el moco cervical de distintas formas. Elija la opción que le sea más cómoda. Contrólese la mucosidad varias veces al día. Se puede:
  • Limpiar la abertura vaginal con papel higiénico antes de orinar y controlar el color y la textura de la mucosidad.
  • Controlar el color y la textura del flujo en su ropa interior.
  • Controlar el color y la textura del moco colocando los dedos (que deben estar limpios) en la vagina.
Este método es menos confiable para la mujer que produce poco moco. Las mujeres que ovulan en el día siete u ocho también pueden producir muy poco moco para guiarse por este método.
El patrón natural del moco de una mujer puede estar alterado por las siguientes causas:
  • La lactancia
  • Cirugía en el cuello del útero, especialmente con crioterapia o procedimientos de extirpación por electrocirugía
  • El uso de duchas vaginales, o productos de "higiene femenina"
  • Perimenopausia
  • Uso reciente de anticonceptivos hormonales, como, por ejemplo, anticonceptivos de emergencia
  • Espermicida
  • Infecciones de transmisión sexual
  • Vaginitis

Días seguros usando el método del moco


No tenga relaciones sexuales vaginales sin protección durante los días inseguros.
  • Los días del periodo menstrual no se consideran días seguros cuando se usa el método del moco, especialmente durante los ciclos más cortos. El flujo menstrual puede disimular el moco.
  • En un ciclo largo, los días secos que se producen después del periodo menstrual pueden considerarse días seguros.
  • Los días inseguros comienzan dos o tres días antes del primer síntoma de moco escurridizo. Duran alrededor de tres días después de los picos de moco escurridizo. Los días seguros pueden comenzar una vez que disminuye el moco escurridizo y el flujo se vuelve turbio y pegajoso nuevamente. Pero se considera que los días secos siguientes son incluso más seguros.
Es mejor evitar las relaciones sexuales vaginales sin protección durante, por lo menos, un ciclo completo cuando usted empieza a usar el método del moco como método de anticoncepción.

El método de los dos días

El método de los dos días es un método de observación del moco cervical. Es más efectivo para las mujeres que pueden decir con certeza si tienen o no secreciones. Para usar este método, las mujeres deben hacerse dos preguntas:

  • ¿Tengo moco cervical hoy?
  • ¿Tuve moco cervical ayer?
Si puede responder que "no" a las dos preguntas, ese día se considera seguro para mantener relaciones sexuales sin protección.
Las mujeres que usan este método pueden tener solamente 12 días seguros en cada uno de sus ciclos.


Efectividad de este método

De cien parejas que usan bien el método de los doce días durante un año, entre tres y cuatro mujeres quedarán embarazadas.

Con información de Planned Parenthood.